sábado, 10 de diciembre de 2011
CUIDADO DE CODOS Y RODILLAS.
Uno de los errores más frecuentes es aplicar los tratamientos de belleza corporal olvidándose de algunas partes que a simple vista parecerían menores, pero no lo son: los codos y las rodillas.
Los cuatro procedimientos esenciales para cualquier tratamiento de belleza corporal y/o facial, son la limpieza, la nutrición, la hidratación y la exfoliación, en todas las diferentes partes del cuerpo. Sin embargo… ¿Cuan segura está de aplicarlos siempre de manera correcta, y en todas las zonas del cuerpo que lo necesitan?
La parte de la piel que cubre los codos y las rodillas, es bastante más áspera y reseca que la que cubre el resto del cuerpo. Pero si además de esto la misma sufre una falta de cuidado atención, puede quedar con un aspecto muy rugoso y realmente poco atractivo.
Sobre todo por que esas superficies están mucho más desprotegidas que el resto del cuerpo, puesto que, por un lado, sus glándulas sebáceas se distribuyen en forma irregular y, por el otro, el roce constante con la ropa o los objetos puede llegar a empeorar esta situación.
Poco y nada le servirá trabajar y moldear sus piernas y brazos muy puntillosamente, si las rodillas o los codos poseen un aspecto descuidado, escamado, cuarteado, o excesivamente reseco.
Poniendo manos a la obra
Para comenzar a cuidar nuestras piernas y codos, deberíamos aplicarles los mismos tratamientos que efectuamos en el resto del cuerpo. Pero si lo que deseamos es conseguir resultados verdaderamente sorprendentes, deberíamos tomarlos como ítems separados, y ocuparnos de ellos de una forma especial.
Como en cualquier tratamiento, la limpieza es solo el principio del proceso. El paso siguiente, es aplicar cualquier tipo de crema hidratante y nutritiva sobre esta piel ya limpia y seca.
Si su problema es que posee piel de lagarto en esas zonas, debe aplicar una amplia dosis de la clásica loción corporal. Pero si su caso revista algo de gravedad, y su piel tiene una apariencia rojiza con leves descamaciones, debe utilizar alguna crema más grasosa. Para esto, puede adquirir lociones que contienen vaselina o karité, o bien diversos tipos de aceites. Recuerde que siempre que se hidrate las manos, debe hacer lo mismo con los codos. Esta puede ser una rutina difícil de acostumbrar, pero una vez que lo haga, podrá mantenerlos en perfecto estado.
De hechos, someter los codos y rodillas a una rutina semanal de limpieza y exfoliación, es casi tan importante como aplicarle diariamente una gran capa de crema humectante.
Para esto último, existen productos concebidos específicamente para tratar en esas zonas, los cuales deben ser consultados con su dermatólogo de confianza. Debe recordar que, durante la exfoliación, se debe realizar un fuerte masaje circular, que la ayudará a desprenderse de las células muertas y de las impurezas que se encuentran en la zona tratada. Pero, por supuesto, esto no se trata de lijar la piel.
Si su caso es más complejo de lo normal, puede acudir a un centro de belleza para actuar sobre las zonas afectadas con un tratamiento de choque, lo cual incluye un par de intensas sesiones de exfoliación, así como la aplicación de una mascara nutritiva e hidratante, y un peeling.
Si se han dejado estas zonas sin cuidado por mucho tiempo, es muy posible que experimenten un leve oscurecimiento. Para esto, puede utilizar las propiedades naturales del limón, fregando las superficies afectadas con su pulpa.
Por último, debe saber que el paso de los años, y la falta de cuidados apropiados, son muy perjudiciales para estas zonas olvidadas de nuestro cuerpo. La buena noticia, es que, hoy en día, siempre se está a tiempo de iniciar la recuperación: ¡Adelante!
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